El viento me aventó un panadero que se me introdujo en una fosa nasal. Olía a un montón de manteca Yo creo que incluso hizo pequeñas borlitas de fraile y el aroma dulzón del corazón de membrillo me susurró "vigilantes" y... Me descompuso la cantidad de interrogantes Si estaba con Si no estaba con ¿Por qué no? Porque la panadería estaba abierta para todos. Nadie jamás se salva de la panadería. Del mendrugo de pan que acompaña la pasta o de las torta fritas una tarde oscura o del chipá un domingo a la madrugada o de las tortas de cumpleaños. De pasar y ensalivarse llenarse de panaderos que se avientan con ánimos de nostalgia El pan, que llega a todos lados y, cuando no llega: paro nacional.