Llorando otra vez, por última vez quiero creer. Como si pudiera distinguir las lágrimas, acaso, de frías gotas que caen en mi, de antemano, húmeda mejilla. Ya era la hora, ya era el momento. Aún así nada pasó, nada se movió. A pesar de haber sentido esa ruptura, el sonido de una grieta dominó, de las que se van agrandando cada segundo. Todo aquello había sucedido en ese órgano que denominamos como corazón. El que más duele...
Estaba dispuesta a dar aquello que destruiría en esos momentos, sólo para decirle verdaderamente lo que reservaba en un rinconcito de mi órgano vital. Si tan solo pudiera haberlo intentado antes, no siendo tan innecesariamente cobarde y reservada. Tendría que haberlo gritado de haber tenido la oportunidad, gritarlo en su cara con mi voz más potente, aquella que nunca demostré cuando debí...
Mi modelo... Claro, también tenía sus defectos, pero...Ante los ojos de mi eterno amor no correspondido siempre será el ser humano que jamás haya existido. Ante mi ceguera (la que él produjo en mi alma) era perfecto.
Era el único, aquél con quien soñaba casarme, pasar todo el tiempo por el resto de mi vida. No importa cuanto esperara, algún día nos expresaríamos muestras de amor, con nuestras manos juntas, como nuestro espíritu, como ambos. Seríamos un ser, un corazón latiendo en dos almas.
Promesas me hice a mí misma, las mismas promesas que nunca me cumpliría...
Estaba dispuesta a dar aquello que destruiría en esos momentos, sólo para decirle verdaderamente lo que reservaba en un rinconcito de mi órgano vital. Si tan solo pudiera haberlo intentado antes, no siendo tan innecesariamente cobarde y reservada. Tendría que haberlo gritado de haber tenido la oportunidad, gritarlo en su cara con mi voz más potente, aquella que nunca demostré cuando debí...
Mi modelo... Claro, también tenía sus defectos, pero...Ante los ojos de mi eterno amor no correspondido siempre será el ser humano que jamás haya existido. Ante mi ceguera (la que él produjo en mi alma) era perfecto.
Era el único, aquél con quien soñaba casarme, pasar todo el tiempo por el resto de mi vida. No importa cuanto esperara, algún día nos expresaríamos muestras de amor, con nuestras manos juntas, como nuestro espíritu, como ambos. Seríamos un ser, un corazón latiendo en dos almas.
Promesas me hice a mí misma, las mismas promesas que nunca me cumpliría...
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