¿Te acordás ese primer momento? ¿Recordás lo que te dije? Exacto.
"Hoy hace tres meses que perdí la virginidad, y mañana va a hacer un año de mi primer beso."
Hoy hace un año de una situación tan cálida como todo lo contrario. Hacía mucho frío, incluso el viento nos iba en contra... ¿A quién se le ocurre dar una vuelta en una condición así? Pero, al parecer, era sólo un disfraz para realmente engañar al cuerpo y adentrarlo en un universo distinto, lleno de asombrosas sensaciones que estaba segura que no me quería perder de experimentar en esta vida.
Sentí en el momento el abrazo de un alma que quería hacerme bien en muchos sentidos, quizá no habiéndolo planeado, no pensando definitivamente... Pero estoy segura de que una voz muy dentro le advertía lo suave que debía actuar, el carácter que debía llevar mientras mi corazón latía a mil por hora esperando su ataque.
¿Por qué manos tan frías?
Te quise un ratito mientras notaba tu decisión, estaba seguro que ninguno de los dos se iba a tirar atrás. No iba a arriesgarme a calentar la pava para hacer que su desilusión fuese épica, en absoluto. Te quise mientras me mostrabas un brillo de deseo en tus ojos miel, me hizo amarlos, me hizo olvidar de temer.
¿Qué hacías vos con alguien como él en un momento como ese? Lo veía, sólo eso. Me obligaba a sentir algo que realmente entendía, no era muy difícil darse cuenta que mi atención no era total y que no estaba completamente interesada en lo que podría llegar a pasar. No entendía la situación, quizá.
No podés nombrar persona alguna que no le gustaran las caricias, sentirse amada, importante, especial para una cierta persona. Nadie sería capaz de entender cómo me amé en ese momento por haber elegido a una persona adecuada. Te quise.
Cuán suave, mi amigo, cuán dulce y cuidadoso. Cuán precavido, cuán experimentado... Cuán hermoso.
... y cuando es tan obvio el temor que cobra forma sonora es cuando mejor experimenté tu capacidad tranquilizadora. Y un "¿Sigo?" que me obligara a confirmar el hecho de que mayor confianza no me podrías demostrar. La Confianza duele y así fue. Dicen que la Verdad es dura, yo digo que hace estremecer de tortuoso placer.
Te quise y te quiero. Gracias por haber "seguido participando" de acuerdo a mis ruegos.
En un punto se sabría cuánto lo disfrutaría.
"Hoy hace tres meses que perdí la virginidad, y mañana va a hacer un año de mi primer beso."
Hoy hace un año de una situación tan cálida como todo lo contrario. Hacía mucho frío, incluso el viento nos iba en contra... ¿A quién se le ocurre dar una vuelta en una condición así? Pero, al parecer, era sólo un disfraz para realmente engañar al cuerpo y adentrarlo en un universo distinto, lleno de asombrosas sensaciones que estaba segura que no me quería perder de experimentar en esta vida.
Sentí en el momento el abrazo de un alma que quería hacerme bien en muchos sentidos, quizá no habiéndolo planeado, no pensando definitivamente... Pero estoy segura de que una voz muy dentro le advertía lo suave que debía actuar, el carácter que debía llevar mientras mi corazón latía a mil por hora esperando su ataque.
¿Por qué manos tan frías?
Te quise un ratito mientras notaba tu decisión, estaba seguro que ninguno de los dos se iba a tirar atrás. No iba a arriesgarme a calentar la pava para hacer que su desilusión fuese épica, en absoluto. Te quise mientras me mostrabas un brillo de deseo en tus ojos miel, me hizo amarlos, me hizo olvidar de temer.
¿Qué hacías vos con alguien como él en un momento como ese? Lo veía, sólo eso. Me obligaba a sentir algo que realmente entendía, no era muy difícil darse cuenta que mi atención no era total y que no estaba completamente interesada en lo que podría llegar a pasar. No entendía la situación, quizá.
No podés nombrar persona alguna que no le gustaran las caricias, sentirse amada, importante, especial para una cierta persona. Nadie sería capaz de entender cómo me amé en ese momento por haber elegido a una persona adecuada. Te quise.
Cuán suave, mi amigo, cuán dulce y cuidadoso. Cuán precavido, cuán experimentado... Cuán hermoso.
... y cuando es tan obvio el temor que cobra forma sonora es cuando mejor experimenté tu capacidad tranquilizadora. Y un "¿Sigo?" que me obligara a confirmar el hecho de que mayor confianza no me podrías demostrar. La Confianza duele y así fue. Dicen que la Verdad es dura, yo digo que hace estremecer de tortuoso placer.
Te quise y te quiero. Gracias por haber "seguido participando" de acuerdo a mis ruegos.
En un punto se sabría cuánto lo disfrutaría.
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