Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2013

... y yo hace tanto que no te hago reír.

Si me muevo así y me estás viendo, hay algo raro. Si te movés así y te estoy escuchando, es normal. Si me siento de tal forma, me resguardo en su mano, siento sus labios en mi cabecita, hay algo mal. Si hacés lo mismo, sólo buscás su amparo. Dime, hostilidad, ¿por qué esa cara de daño? ¿Por qué ese manto de aferro?  ¿Por qué ese trato de engaño? ¿Cuál es la razón para que te presentes de manera impetuosa en el corazón de esa niña preciosa? Haciendo caso al estúpido estereotipo que es incapaz de caracterizar a tu tipo.  Intentá mirarme y pensar  que me siento perfectamente en tu lugar. Que ninguna de las dos tiene problemas ajenos que incumban más que los propios. Que cuando despiertan en las mañanas,  lo único es huir aterradas. Lejos de lo que se siente como pequeñas chispas hirientes. Cerrá los ojos y visualizá que hemos varias de pasar ese maldito portal entre la idea y lo real. Que si tenés ganas de copular,  bancate...

Buenas noches

-¿Por qué tenías que dormir en mi cama? -¿Qué pasa? ¿Sentiste mi aroma y me extrañaste? -No, pero... ¿y vos? Y los ojos y la mirada y el frío que no es frío sino simple neutralidad. No veo mi piel de gallina reaccionando. Sin embargo mis piernas tiemblan ante la oportunidad de caerme y romperme la cabeza contra la realidad. Y es un tú que no es un nosotros sino otra historia de plástico y miel. Ya te extraño. Ya lo siento inminente. Ya tengo miedo de soñarte. Ya tengo miedo de no encontrarte. Ya niego que te necesito. Ya quiero dormir con vos. Ya preferiría tenerte.

¿Cómo describir aquello que no se muestra?

El principio no lo tuvo con ella, fui yo el soberano. Fue ligera la diferencia entre ambas opciones: una la tomó y la otra no. Me pregunto si habrá sido suerte u obra de mi misma como creadora; si hubiera sido mejor que en su momento hubiera respondido de manera diferente; si pensó en mí al decir sí; si me recuerda de la manera en que creo que me recuerda. Nunca creí que esa cara de corazón fuera capaz de identificar en sí lo que yo nunca provoqué. ¿Habrá pensado en cuánto me afectaría? ¿Seguiré siendo su objeto de odio? ¿Tendrá otras intenciones? Y si siguiera cuidándome a pesar de todo…