Con un poco de aguarrás y manos ligeras,
dedos hábiles que refriegan y refriegan.
Sin cesar, de muy buena manera
y, ¡voilà! bien limpito queda.
Ahora, una manchita detecto,
¡qué mal! El aguarrás tiene un defecto,
pero capaz que con un poco de vaselina va resbalando.
No esperaba que tanto empeño debiera poner en arrancarlo.
Sin embargo resiste el bastardo,
creo que mejor la laven por encargo.
Y si el alma me devuelven arrugada,
definitivamente deberá ser reiniciada.
Quisiera recomendar con seguridad esta guía,
pero lamentablemente nadie mencionó que fuera efectiva.
Porque, aunque uno quiera, no puede diluir la miel.
Simplemente no lo sacás, sólo aprendés a convivir con él.
dedos hábiles que refriegan y refriegan.
Sin cesar, de muy buena manera
y, ¡voilà! bien limpito queda.
Ahora, una manchita detecto,
¡qué mal! El aguarrás tiene un defecto,
pero capaz que con un poco de vaselina va resbalando.
No esperaba que tanto empeño debiera poner en arrancarlo.
Sin embargo resiste el bastardo,
creo que mejor la laven por encargo.
Y si el alma me devuelven arrugada,
definitivamente deberá ser reiniciada.
Quisiera recomendar con seguridad esta guía,
pero lamentablemente nadie mencionó que fuera efectiva.
Porque, aunque uno quiera, no puede diluir la miel.
Simplemente no lo sacás, sólo aprendés a convivir con él.
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