¿Qué más desear que el brillo de tu existencia? ¿Qué más desear que el calor de tu presencia? Mi único anhelo es la determinada firmeza de mi corazón sosteniendo tu cabeza (la de arriba, degenerado). Me entregaste de tu pasión, el fervor, me entregaste de tu vida, el amor, me entregaste de tu pecho, el corazón, me entregaste de tu espalda, el marrón. La dulzura de tus traviesas pestañas juega con el brillo de tu firme mirada. No pretendía rimar así que... ¡Cómo me gustan las cosas traviesas y firmes!