Ir al contenido principal

Francisca

Se está escondiendo. Cree que no la vi pero está ahí, espectante, salvaje, caliente... está ahí, lo sé. Ojea de vez en cuando, se hace espacio. Porque no crean que se esconde sola en el closet, no. Tiene a Travolta al lado.

No puede pasar demasiado tiempo sin hacer un fuerte de almohadas. Las mira con lujuria, la vi. Sabe satisfacer sus deseos con la emplumada cómplice. Nada más excitante que alguien que finge escuchar.

Huye y se entretiene deteniendo el tiempo para los demás. "¿Ya son las 7? ¡No, boluda! Hace como tres horas tenía que volver a la realidad." Se sonríe toda. Se esconde en su todo. Si pudiera, se lavaría y se secaría (y se encogería).

Es blanca. No se nota porque está en las sombras, pero reluce. Se fuga del sol porque ella misma es el sol.

Se endulza toda con edulcorante. Se quema con el café. Tiene los dedos molidos (como el café) y las muelas marrones (como el café). La blanca piel manchada con leche de amor y los ojos manchados de mar.

Duerme en la falda de una montaña, charla con las nubes más oscuras. Coquetea con esos lagos que juegan a ser su reflejo. Y quizá sólo es el espejo que hace mímica de su miseria.

Ella huele a humedad bien conservada, arriba del lustrabotas, debajo de la naftalina. Su sudor no ayuda en nada a disimularlo. Tampoco su principio de inanición.

Nunca conoció lo que era un abrazo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Dejé el miedo en el otro pantalón

Me fui despintando a falta de besos y exceso de gritos. Caía el esmalte a fuerza de lágrimas de ácido y manos de lija. Las figuritas de la pared se iban despegando y los mosaicos se decoloraban por montón. Había rastros de cal por todo el piso y yo había perdido la escoba.  Había muchas voces y todas balbuceaban. Se creaban en un instante y morían ni bien terminaban de gritar. Se iban generando constantemente y eran cada vez más. Desistí y me perdí en las voces.  Pasó el tiempo, convivía con ellas. Me llevaban como una pluma. Iba divagando en la suavidad de sus pasos. No me podía hacer daño, después de todo todas esas personas procuraban mi bien. Todas esas voces eran yo.  Llegó un punto en el que todas las personas se pusieron en contra del medio. Yo dudaba, pero las dejé hacer. Quería ver hasta dónde llegaban. Me arrastraron, me expusieron, me desnudaron y me adornaron. Desistí y me perdí en las mentiras. Me guiaron hasta averiguar cuáles eran mis partes más bla...

Una carcajada que podría revivir a un muerto

"Hoy el mundo colapsó volví a verla reír." Las gotas se mimetizan con el pigmento de su piel. Está azul. ¿Por qué nadie nota que está azul? Y a cada puntada del reloj se va ahogando. Las gotas se mimetizan con el relieve de su piel. Se derrite. ¿Por qué nadie nota que se está derritiendo? Y a cada puntada del reloj la va ahogando. Las gotas se mimetizan con el ánima. Están llorando. ¿Por qué nadie nota que sus almas sufren? Y a cada puntada del reloj se van hundiendo. Pero no importa, ella ríe. Nada duele cuando ella ríe. Los muertos la pagan riendo. Es por ello que él le devuelve la sonrisa, esa hermosa sonrisa. Él ruega que nunca deje de reír. "No te vayas", susurra el ánima, "nunca dejes de reírme el día no dejes que se duerma el Febo de mi corazón, no pares de reírme la vida a través de las venas."

Habitar vivir

Qué jodido es tener la convicción de vivir. Cualquiera vive así por inercia, en auto, pero decidir... Es decir, plantearse vivir. Buscar la manera de vivir. Hacer un terrible esfuerzo por querer vivir. Poner un esfuerzo, darle la mano a gente. El verdadero acto de altruismo: hacer vínculos sabiendo que te vas a morir.  Elegir vivir. Decidir vivir. Decirle que sí a gente. ¿Qué loco no? Yo pienso que cada vez que la gente se pone de novia está habilitando un pacto que no va a cumplir, porque se va a querer morir. Es decir, cada vez que te comprometés con un vínculo es un compromiso de estar vivo. Yo te prometo que voy a vivir hasta entonces no estemos más juntos. ¿Y después? O sea, sí, es un pequeño casamiento dado que lo que separa sería la muerte.  En otras palabras, ¿qué muere realmente cuando uno se separa? ¿Será posible que no sea realmente una muerte física? Aún yo tengo la convicción de que alguien se muere. No quiero que los demás se mueran. No me quiero morir yo tampoco...