Ir al contenido principal

Primera carta

El hecho de que quiera expresar tantos escritos en forma de carta dice mucho de mí misma. Por ejemplo que legitimo un género discursivo que poco tiene que ver con la literatura y mucho tiene que ver con dar a conocer cómo me siento. La carta sabe hablar mucho de mí, no por nada la prefiero antes que el diario íntimo.

Lo primero que quiero decir es que tengo una confesión, pero no puedo hacerla. No puedo dejar que muchas personas la sepan, aún cuando a mis más allegados les he contado. Lo importante es que cuento con mayor consciencia del aquí y el ahora. ¿Cómo llegué a eso? Fueron 24 años. Para contarlos, necesito otros 24 años. Por consiguiente, me parece que no importan las causas.

Me di cuenta que hay sólo una forma de combatir y es desde lo pequeño, lo cotidiano. Desde las pequeñas muestras de amor. 

Hace poco fui ahondando en lo que creo que es amor. Quedé satisfecha con el resultado porque puede mutar y hacerse más poderoso. Las ideas básicas eran:

- Consciencia
- Empatía
- Respeto
- Concertación
- Enseñar y aprender
- Cariño y afecto
- Escucha y observación
- Compasión
- Pasión
- Paciencia
- Impermanencia

Estoy segura de que me va a encantar ir cambiándolas, ya lo estoy experimentando. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Dejé el miedo en el otro pantalón

Me fui despintando a falta de besos y exceso de gritos. Caía el esmalte a fuerza de lágrimas de ácido y manos de lija. Las figuritas de la pared se iban despegando y los mosaicos se decoloraban por montón. Había rastros de cal por todo el piso y yo había perdido la escoba.  Había muchas voces y todas balbuceaban. Se creaban en un instante y morían ni bien terminaban de gritar. Se iban generando constantemente y eran cada vez más. Desistí y me perdí en las voces.  Pasó el tiempo, convivía con ellas. Me llevaban como una pluma. Iba divagando en la suavidad de sus pasos. No me podía hacer daño, después de todo todas esas personas procuraban mi bien. Todas esas voces eran yo.  Llegó un punto en el que todas las personas se pusieron en contra del medio. Yo dudaba, pero las dejé hacer. Quería ver hasta dónde llegaban. Me arrastraron, me expusieron, me desnudaron y me adornaron. Desistí y me perdí en las mentiras. Me guiaron hasta averiguar cuáles eran mis partes más bla...

Una carcajada que podría revivir a un muerto

"Hoy el mundo colapsó volví a verla reír." Las gotas se mimetizan con el pigmento de su piel. Está azul. ¿Por qué nadie nota que está azul? Y a cada puntada del reloj se va ahogando. Las gotas se mimetizan con el relieve de su piel. Se derrite. ¿Por qué nadie nota que se está derritiendo? Y a cada puntada del reloj la va ahogando. Las gotas se mimetizan con el ánima. Están llorando. ¿Por qué nadie nota que sus almas sufren? Y a cada puntada del reloj se van hundiendo. Pero no importa, ella ríe. Nada duele cuando ella ríe. Los muertos la pagan riendo. Es por ello que él le devuelve la sonrisa, esa hermosa sonrisa. Él ruega que nunca deje de reír. "No te vayas", susurra el ánima, "nunca dejes de reírme el día no dejes que se duerma el Febo de mi corazón, no pares de reírme la vida a través de las venas."

Habitar vivir

Qué jodido es tener la convicción de vivir. Cualquiera vive así por inercia, en auto, pero decidir... Es decir, plantearse vivir. Buscar la manera de vivir. Hacer un terrible esfuerzo por querer vivir. Poner un esfuerzo, darle la mano a gente. El verdadero acto de altruismo: hacer vínculos sabiendo que te vas a morir.  Elegir vivir. Decidir vivir. Decirle que sí a gente. ¿Qué loco no? Yo pienso que cada vez que la gente se pone de novia está habilitando un pacto que no va a cumplir, porque se va a querer morir. Es decir, cada vez que te comprometés con un vínculo es un compromiso de estar vivo. Yo te prometo que voy a vivir hasta entonces no estemos más juntos. ¿Y después? O sea, sí, es un pequeño casamiento dado que lo que separa sería la muerte.  En otras palabras, ¿qué muere realmente cuando uno se separa? ¿Será posible que no sea realmente una muerte física? Aún yo tengo la convicción de que alguien se muere. No quiero que los demás se mueran. No me quiero morir yo tampoco...