Me cago en la boludez de esta interminable cadena de odio entre vos y yo; y yo y él; y él y... Ahí se termina. Bueno, no era tan continua. Cadena de mierda. Me cago en vos y en vos es decir, me cago en vos y en el otro. Sí, ya te escuché suficiente, y mejor que pares de ser tan complaciente porque mañana esto todo se termina si así lo determina tu cabeza o la mía. O las rasgaduras de mis labios, los pinchazos en el antebrazo, las mordeduras de mis senos, el dolor, ¿de qué dolor estás hablando? Mañana tenés prohibido ser tan ingenua, tan sádica, sobre todo inmadura, pero, aún más que todo, mañana tenés prohibido enamorarte.